Ursus Arctos Horribilis  

martes, 13 de enero de 2009

Cuando era niña y vivía en un poblado que ni al grado de "villa" llegaba viajaba todos los días para ir a la escuela a la GRAN ciudad. Cuando me mudé a la GRAN ciudad mis compañeritos del kinder me felicitaron. Varios años después digo "qué mamones, seguro se sintieron aliviados porque ya no tenían a una compañera pueblerina".

Al llegar a nuestra nueva casa nos regalaron un perro, un pequeño cachorrito. Negro y peludo y chiquito. Lógicamente había que ponerle un nombre. El vocabulario de mi hermano era bastante limitado en ese entonces así que obviamente a mí me tocaba bautizarlo. ¿Qué nombre podría ponerle? Alguien dijo: Parece un osito, ponle oso. NO, a mí nadie me iba a decir que nombre tenía que tener el perro. Se lo habían regalado a mi mamá así que era mi responsabilidad como excelente hija ponerle el mejor nombre que un perro podría desear. Un nombre que no sólo fuera increíblemente cool, sino rudo y con autoridad. Por esos épocas National Geographic anunciaba en la tele un gran documental sobre... ¡Los osos Grizzly! Para mis escasos años a mí me pareció de lo más original ponerle, obvio, GRIZZLY. Ja, no sólo le había puesto un nombre genial, además ignoré completa y totalmente el consejo de ponerle oso. Ja.

Un día decidí que el perro tenía que ser entrenado. Era simple, yo había visto que con un silbato los perros obedecían a sus entrenadores. ¿Qué hice? Saqué mi silbato verde acuoso y salí al patio a silbarle y gritarle. Todavía no comprendo que salió mal, en ese entonces decidí que el perro era tonto y no lo volví a intentar.

Hace unos días llegó el veterinario a informar que el pobre perro ya no podía más con su alma. En su lecho de muerte lo mejor que pudo haber dicho fue "Señora, su perro tiene un nombre bastante afeminado". Qué tonto veterinario, él no veía los anuncios que pasaban hace 16 años promocionando el súper documental de los osos de National Geographic.

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El Fin de las Festividades  

lunes, 5 de enero de 2009

Al fin, se acaban las festividades decembrinas. Todos sabemos lo que eso significa: Adios a los horribles tamarindo que según algunos son adornos navideños. Sólo pido que los dueños de carros con esas... cosas no se esperen a febrero o algo así para quitarlos.

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